En el IV Congreso de las Ciencias Económicas, centrado en la bioeconomía y las oportunidades de desarrollo económico sostenible, celebrado en Paraguay, se presentó un avance significativo en el campo de los bioinsumos: Mihoba, el primer bioinsumo desarrollado por Biofábrica Misiones, una empresa de biotecnología argentina. Este producto, diseñado específicamente para cultivos subtropicales, se basa en cepas de Trichoderma y representa un hito importante para la agricultura sostenible en la región.
La Licenciada Marilyn Silva, Responsable de Bioinsumos en Biofábrica Misiones, junto con la Licenciada Griselda Ozuna, Responsable del Sistema de Gestión de Calidad de Biofábrica Misiones SA, destacaron la importancia de Mihoba durante el congreso. Ellas explicaron cómo este bioinsumo no solo mejora la productividad de los cultivos sino que también promueve prácticas agrícolas más ecológicas.
El vínculo entre Biofábrica Misiones y la Universidad Nacional de Itapúa (UNI) se inició con una visita de estudiantes de economía a las instalaciones de la biofábrica en Argentina. Durante esta visita, los estudiantes mostraron un gran interés en el proceso de registro del bioinsumo y en cómo Mihoba podría influir en la bioeconomía de la región. Esta interacción fue clave para fortalecer la colaboración entre ambas instituciones, fomentando un intercambio de conocimientos y experiencias valioso para ambas partes.
En el congreso también participó la Dra. Susana Lugo Rolón, Vicedecana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Nacional de Itapúa y Directora del Observatorio Económico y Social de la FaCEA-UNI. Su presencia subrayó la relevancia académica y económica de iniciativas como Mihoba en la búsqueda de un desarrollo económico sostenible basado en la bioeconomía.
La colaboración entre instituciones de Argentina y Paraguay, como la Biofábrica Misiones y la Universidad Nacional de Itapúa, refleja el potencial de los intercambios internacionales en el campo de la biotecnología. Estos intercambios no solo impulsan la innovación y el desarrollo tecnológico, sino que también contribuyen al crecimiento económico y a la sostenibilidad ambiental en la región.